Ciudad de México
Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía?, documental de Manuel Alcalá, se gestó de manera incidental a la par que su creador realizaba una investigación alterna para otro filme. Sin embargo, el resultado fue una ardua indagación periodística que expone diferentes teorías del asesinato, en 1984, del periodista mexicano, columnista de Excélsior, y de los presuntos nexos entre el gobierno y el narcotráfico en aquella década vinculados a este crimen.
Cuando el director de cine Manuel Alcalá se dio a la tarea de investigar datos del robo en 1985 al Museo Nacional de Antropología, que dieran sustento a la cinta Museo (2018), de la que fue guionista y productor, se encontró continuamente en los periódicos con el nombre de José Antonio Zorrilla, presunto responsable intelectual del asesinato de Buendía.
Así nació el interés de Alcalá por investigar más sobre el tema que ahora expone en el documental que se estrena por Netflix, y cuyo título hace referencia a la afamada columna política del periodista, replicada en más de 60 diarios del país.
“Mi abuelo, Fernando Alcalá Pérez, fue periodista, y luego mi padre, Fernando Alcalá Bates, así que crecí con el periodismo en casa. Las noticias predominaban en las conversaciones todo el tiempo.
“Tenía ocho años cuando asesinaron a Manuel Buendía, en 1984, no lo recuerdo. Sin embargo, llegué a esta historia curiosamente porque estaba investigando una película que escribí, Museo, y llegué a un punto en el que tenía una historia similar con este documental, pues el robo de las piezas arqueológicas del Museo Nacional de Antropología de las que habla Museo fue en 1985 y a Manuel Buendía lo matan en 1984. Pero es hasta el 10 de junio de 1989, el mismo día que recuperan esas piezas, cuando capturan a José Antonio Zorrilla Pérez, presunto culpable del crimen.
“Cuando buscaba en los periódicos lo del robo y la recuperación de joyas, en la contraportada de los periódicos estaba ‘Zorrilla, culpable’. Así que me puse a curiosear quién era Zorrilla, me brincó el nombre, y por ahí me metí. La historia me jaló de la nada y empecé a investigar”, relató Alcalá vía Zoom con Excélsior.
El primer personaje con el que dio fue con Juan Rafael Moro Ávila, agente de la DFS de 1977 a 1986; jefe de motociclistas de la brigada especial conocida como Avispas y presunto responsable del delito de homicidio en grado de coautoría material de Manuel Buendía.
“Acababa de salir de la cárcel y tenía canciones de su grupo, Asociación Delictuosa, en YouTube, y di con él a través de un club de motocicletas clásicas. Lo empecé a ver en Chapultepec y él me empezó a contar la historia”, destacó Alcalá, quien a la par de recabar tales testimonios hizo Museo y producía el documental Bellas de noche.
“Eran tres historias como el mismo mundo, en el mismo ámbito. Luego me aferré a Red Privada… y descubrí la Fundación Manuel Buendía que me donó las columnas de Buendía, muchísimas en la portada de Excélsior. Ahí fui dando con periodistas, tocando puertas; empecé a filmar entrevistas e hicimos una maqueta que recreaba los hechos”.
Apoyado en Excélsior
Los productores Inna Payán y Gerardo Gatica se unieron al proyecto. Le siguió Netflix para terminar el documental, la posproducción y el archivo en video, aunque la investigación también fue recabada en el Archivo de Excélsior.
“Nos tocó el proyecto de digitalización del archivo de Excélsior y hay mucho en el documental de ahí, también grabamos microfilm e incluso grabamos toda una escena, para el inicio de la película, de la rotativa de Excélsior y seguimos a uno de los voceadores. Aunque cuando muere Manuel Buendía ya tenía su columna sindicada, Excélsior siempre fue una de sus casas más reconocidas y cuando él muere, su columna ya llevaba rato en la primera plana del periódico. Siempre asocié a Excélsior y a la Esquina de la Información como periodismo. Para mí esa esquina significaba Buendía y me lo imaginaba con su gabardina, caminando por sus oficinas”, detalló.
A 37 años del homicidio
Red Privada: ¿Quién mató a Manuel Buendía? hace alusión a figuras actuales de la política mexicana como Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Logré entrevistarme con él hace como año y medio, justo para el documental. Me recibió en su oficina y me dio un muy buen tiempo para platicar. Al final él no quiso aparecer en el documental, sólo me dio el tiempo para platicar. Creo que él ha dado su declaración, que no tuvo participación en el tema y nunca se probó nada.
“El documental expone las conexiones que había de él como entonces secretario de Gobernación con el jefe de la DFS y la forma en que la investigación del caso se llevó. Lo exponemos solamente. El documental abre muchas teorías y conversaciones sobre el tema, pero sería buenísimo que se volviera a platicar del tema y de su participación, pero creo que él ha dado su postura y no se ha retractado de ella”, aclaró.
Manuel Alcalá opinó que ahora hay mayor apertura en cuanto a la libertad periodística.
“Hay mayor libertad de expresión, no hay una censura tal cual, presente, que controle a la prensa, pero los datos que sí son muy crudos son los números de periodistas asesinados, desaparecidos o amenazados en los últimos años. El peligro de ser periodista sigue muy presente, sobre todo quienes tocan temas delicados. También hay más organizaciones que se dedican a proteger a los periodistas.
“El documental presenta a Manuel Buendía como un personaje, de los primeros, que no calló su voz. Él decía: ‘si algún día me asesinan, mis últimas palabras serían: merecido me lo tenía. Él era consciente del territorio peligroso en el que estaba metiéndose y aún buscaba una serie de verdades para contar”, expuso.
El director concluyó que la forma en que Buendía escribió sus textos: su prosa, estilo, humor y disciplina, fueron los atractivos que lo sumergieron en esta investigación.
“Como personaje vale mucho destacar un periodista que tenía estilo, fuera de lo audaz y lo verídico que era. Ojalá más periodistas tengan eso en sus columnas. De la investigación, llevo como 15 años desde que vi esa primera noticia de ‘Zorrilla, culpable’ y Zorrilla fue otra persona con la que hablé, fui a verlo a la cárcel y nunca quiso aparecer en cámara, luego lo vi cuando salió al arresto domiciliario.
“Lo que pudimos investigar más, porque era lo más documentado, fue la versión oficial, y creo que es la que tiene más huecos, sobre todo con Juan Rafael Moro Ávila, siendo el autor material, la persona que disparó. Todos los datos que hay atrás de eso, los testimonios que cambiaron de una versión a otra. En mi opinión, no hay forma que Moro pudiera haberle disparado. Ya que llegas a una cosa tan contradictoria en la versión oficial te abre a que todo pudo pasar. Dejamos muchas teorías fuera, porque hubo una lista como de 980 personas que pudieron ser culpables, y que las sacaban de las columnas de a quien Buendía atacó y estaban desde Juan Gabriel hasta Ronald Reagan. Más allá del crimen y de quién lo hizo, hay muchas capas e intereses que cayeron sobre un periodista”, finalizó.