Ciudad de México
Los activistas del movimiento climático Fridays for Future retomaron hoy sus huelgas semanales en más de 30 ciudades de Alemania, entre ellas Berlín, Colonia y Hamburgo, tras semanas de pausa por la pandemia de coronavirus.
El movimiento, que defiende una política climática más ambiciosa y socialmente justa, acusa al Gobierno alemán desde hace tiempo de no hacer lo suficiente para evitar el calentamiento global de claramente más de 1,5 grados en comparación con el periodo preindustrial.
También participan de las acciones de protesta representantes de asociaciones civiles, sindicatos e iglesias. La idea es volver a llevarlas adelante semanalmente. Debido a la pandemia, las protestas de los últimos meses habían sido posibles de manera muy limitada.
Según señalaron hoy por la tarde los organizadores, en muchas ciudades, como Berlín, Múnich y Düsseldorf se volvió a marchar a pie, con distancia y mascarillas.
En algunas partes, los activistas acompañaron las marchas en bicicleta. En la ciudad de Rostock hubo una acción especial. Algunos activistas protestaron en canoas sobre el mar Báltico contra la construcción del gasoducto Nord Stream 2.
Para Fridays for Future, este proyecto representa la continuación del uso de combustibles fósiles que dañan el medio ambiente, ya que están asociados a la emisión de gases de efecto invernadero.
En principio, el movimiento no brindó cifras de participantes, pero señaló que, en Hamburgo, por ejemplo, hubo unos 3.000 manifestantes.
Al inicio de las manifestaciones, la activista de Fridays for Future Luisa Neubauer acusó a los partidos políticos de un «debate falaz sobre el clima».
Según dijo a dpa, las personas más pobres son «usadas como excusa» para proteger menos el clima.
Añadió que los políticos «promovieron durante décadas la injusticia social haciendo política para la economía y no para las personas».
La semana que viene, las dos cámaras del Parlamento alemán, Bundestag y Bundesrat, tratarán una nueva ley de protección del clima.
De acuerdo con esta ley, Alemania debe ser neutral en emisión de gases de efecto invernadero para 2045, es decir, emitir tantos gases como puedan ser neutralizados. Para 2030, el Gobierno quiere reducir los gases nocivos para el clima en un 65 por ciento respecto de 1990.
Los activistas de Fridays for Future y de las asociaciones medioambientales creen que estos planes no son lo suficientemente ambiciosos y exigen adelantar el objetivo de neutralidad climática en 10 años a 2035.