Por JORGE CEBALLOS

Claudia Sheinbaum Pardo ayer cumplió con la formalidad de solicitar ante el INE su registro como candidata de la coalición “Juntos Sigamos Haciendo Historia”. Ahora se alistará con miras a su arranque de campaña que será el 1 de marzo en la plancha del zócalo de la Ciudad de México, el cual, por enésima ocasión abarrotarán los militantes y simpatizantes del movimiento de la Cuarta Transformación.

La futura abanderada presidencial surgida de Morena y el movimiento lopezobradorista, marcha -aunque la oposición no lo acepte- muy por delante de Xóchilt Gálvez Ruiz en esta lucha por la presidencia de México. El 2 de junio de la oposición y su candidata solo quedarán los remanentes, que serán aquellos que lograron registrarse en los primeros lugares de las listas plurinominales para ambas cámaras del Congreso de la Unión.

Pensar que la campaña que realiza Xóchilt Gálvez será suficiente para derrotar a Claudia Sheinbaum, resultaría muy ingenuo. No existe punto de comparación entre ambas abanderadas, la primera por más discurso popular y coloquial que maneje y con el que llega a la población, representa a lo más desastroso de la política en nuestro país. Por su parte, la exjefa del gobierno de la Ciudad de México surgió de un movimiento que durante décadas denunció el saqueo que vivía el país y que con la forma de gobernar de López Obrador reivindicó a los mexicanos.

Los opositores a Morena sienten que los mexicanos no tienen memoria o bien que olvidan muy rápido los agravios que los gobiernos emanados del PRI y del PAN cometieron contra la soberanía nacional.

Precisamente por esos gobiernos plagados de desigualdad, corrupción y frivolidad, el Frente Amplio por México (FAM) y su candidata Xóchilt Gálvez Ruiz no tienen nada que hacer frente a la candidatura de Claudia Sheinbaum, quien el 1 octubre próximo protestará al cargo como la primera mujer que arriba a la presidencia de México.

Evitar confianzas

Es cierto que Sheinbaum Pardo camina hacia una victoria contundente, sin embargo, en su círculo cercano y en las dirigencias estatales de Morena no deben tener un exceso de confianza, por el contrario, deben darse cuenta de que el hibrido de alianza que formaron con el PVEM y PT genera descontento entre los ciudadanos, no como para que se sufra una derrota en la presidencia, pero si en muchos distritos electorales federales.

Y es que con la salida de las listas de candidatos a diputados federales la población ha mostrado cierto descontento, lo anterior a raíz de que tanto el PVEM como el PT, abanderó a personajes que simplemente no conocen absolutamente nada de la lucha del movimiento que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por ejemplo, hay candidatos que en el pasado reciente eran de los principales promotores del gobierno de Enrique Peña Nieto y que en este 2024 volverán a la palestra política ahora por la alianza oficialista.

Es precisamente de ese tipo de situaciones de las que la oposición, el FAM, Xóchilt y compañía que ahora fustiguen y presuman que los malos políticos ya no estén allá, sino que ahora hayan sido rescatados por el oficialismo. En ese tipo de casos es donde se requiere atención por parte de Morena, porque no querrán tener una titular del Poder Ejecutivo con las manos atadas al no contar con mayoría en la cámara de diputados, y todo gracias a que sus aliados -PVEM y PT- eligieron a quienes creen que el poder es una herencia familiar.

Guardan silencio

Durante cinco años en Chiapas se ha percibido una campaña xenofóbica en contra de dos personajes que en algún momento tuvieron la oportunidad de prestar servicios profesionales en Tabasco, nos referimos a Ángel Torres Culebro y José Manuel Cruz Castellanos, ambos pese a ser originarios de la entidad han tenido que aguantar la actitud retrograda de sus malquerientes con la frase aquella de: “los tabasqueños”.

Esa campaña xenofóbica fue repetida hasta el cansancio por gente ligada al PVEM y que recalaron en Morena, pero, además, resultó música para los oídos de los opositores. El punto es que, el fin de semana circuló un documento interno del Partido Verde en el que se da a conocer que Luis Armando Melgar Bravo será candidato a senador de la República llevando como compañero de fórmula al cantante y participante de La Academia, Erasmo Catarino, es decir alguien nativo de Guerrero podría ocupar una suplencia que debería ser para un chiapaneco.

Hasta ahora los grandes defensores de la identidad chiapaneca no han alzado la voz. Es más no se ha manifestado en redes sociales el rechazo por la inmoralidad del PVEM de minimizar a los políticos originarios de Chiapas. Esto no ha ocurrido porque sencillamente vivimos en una sociedad líquida, y porque, además, no se puede perder de vista que no le auguran ni siquiera el segundo lugar a Luis Armando Melgar, de creer que podría ocupar la tercera senaduría en juego, júrelo que ya habrían salido a quemar con leña verde a Erasmo Catarino.

Vueltas de la vida

En 2015 cuando ganó por primera ocasión la alcaldía de Comitán, Mario Guillén Domínguez “Señor Fox”, basó su principal discurso de campaña en la corrupción que imperó en el gobierno emanado del PVEM que encabezó Luis Ignacio Avendaño Bermúdez.

Al llegar al poder Mario Fox acusó al exalcalde y entonces legislador federal de dejarle las arcas comprometidas y casi sin nada para arrancar operaciones. En diciembre de ese año, cuando tocaba hacer frente a los pagos de aguinaldos y demás prestaciones, salía a medios a acusar que Avendaño Bermúdez había desaparecido dichos recursos que desde principios de año debieron quedar etiquetados.  Eso generó un encontronazo en los bajos del palacio municipal, en el que se impuso la terquedad y sinrazón del presidente municipal, quien azuzó a los empleados a irse a manifestar a la entrada del hotel Lagos de Montebello, situación que fue viralizada por el influencer hoy caído en desgracia “El Coyote Consentido”, así como muy pocos medios de comunicación.

Desde que comenzaron los ataques de Mario Fox, Luis Ignacio Avendaño trató conciliar y aclarar la situación, sin embargo, el alcalde estaba en la ruta de ataque por pertenecer al grupo de Roberto Albores Gleason y Avendaño al de Eduardo Ramírez. Hoy el tiempo le dará un tapón de boca a Mario Antonio Guillén, porque buscará la alcaldía de Comitán por el PT llevando como compañero de fórmula por el mismo partido a Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, triste vida… Hasta la próxima.