Por Jorge Ceballos

Resulta innegable que nuestra entidad enfrenta una escalada en los índices de inseguridad, eso no está a discusión, hacerlo sería como cerrar los ojos a la realidad. Durante la semana que concluyó, a nivel nacional hubo golpeteo mediático en contra del titular del Poder Ejecutivo local, Rutilio Escandón Cadenas, queriéndolo hacer pasar como el responsable de los problemas que enfrenta Chiapas en ese rubro, sin embargo, a quienes denotan se les olvida que el combate a los grupos delincuenciales es un tema que atañe netamente a las instancias federales.

Algunos por ignorancia o por consigna solo se dedican a repetir que en Chiapas no se está haciendo nada para combatir a quienes han sembrado el terror. Se olvidan de que en nuestro país existe una Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, y que, precisamente en su artículo 8º fundamente a quien le compete la investigación y combate.

Querer endilgar como una herencia de esta administración los índices de inseguridad que prevalecen en algunos municipios de Chiapas, es igual a no entender o ignorar el primer párrafo del artículo 8º de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada: “La Fiscalía General de la República deberá contar con una unidad especializada en la Investigación y procesamiento de delitos cometidos por personas que formen parte de la delincuencia organizada, integrada por agentes del Ministerio Público de la Federación, quienes tendrán bajo su mando y conducción a policías y peritos”.

Es una realidad que en Chiapas no todos los ciudadanos son abogados o conocedores de las leyes, precisamente de ello se están valiendo esos que quieren hacer creer que la inseguridad que prevalece es un asunto al que no se le ha dado el tratamiento adecuado. Para quienes buscan demeritar el trabajo que durante este gobierno se ha realizado, es más que fácil comenzar a señalar a la administración estatal de no combatir la criminalidad.

El escabroso tema de la seguridad no solo en Chiapas sino en todas las entidades de la República, por necesidad pasa por un trabajo de coordinación de los tres niveles de gobierno, sin embargo, la ley es clara y señala a que instancia le corresponde estar al frente.

Al gobernador Escandón Cadenas comenzaron a fustigarlo por el tema de la creciente inseguridad en algunas zonas de Chiapas, se les ha olvidado a sus críticos que la actual administración estatal arrancó con un déficit económico en distintas áreas, entre ellas las que tienen que ver con seguridad, en las que el anterior gobierno señalaba que existía equipamiento y simplemente los cuerpos de seguridad estaban prácticamente desmantelados.

Desafortunadamente, no para el gobierno, sino para quienes habitamos en Chiapas, nos ha tocado ver como el tema de la inseguridad ha ido creciendo, de eso se están aprovechando algunos para venderse como los únicos que pueden poner un freno a esta problemática, cuando la realidad es que, si por parte de la federación no hay una intervención directa el problema no cesará por más ánimos y grandeza que se quiera vender de una sola persona.

Representante callado

Y mientras algunos se empeñan en señalar a Rutilio Escandón como el responsable de la ola de inseguridad en algunos municipios de Chiapas, existen representantes populares como José Antonio Aguilar Meza que guarda silencio sepulcral y prefiere ni siquiera alzar la voz en la máxima tribuna del Congreso del Estado por la situación que afecta a los habitantes del distrito de Frontera Comalapa.

Aguilar Meza ha preferido desde el inicio de la legislatura adoptar el papel de operador del precandidato de Morena a la gubernatura, en lugar de fijar un posicionamiento por más tibio o timorato que ese sea.

Por desgracia ese es el problema de que el PVEM haya postulado a un personaje que simplemente no es nativo de aquel distrito, el ignorar a los ciudadanos de aquella demarcación es solo el resultado de regalar una posición legislativa a alguien que no tiene arraigo en el lugar al que representa… Hasta la próxima.