Por Jorge Ceballos

Siempre ha existido la percepción de que las mulas no entienden ni a palos, si esta expresión la trasladamos al ámbito político encuadra a la perfección a la actuación que en el último lustro han venido teniendo los partidos opositores en la entidad -PRI, PAN y PRD- o el cascarón que queda de ellos y cuyas siglas y prerrogativas son usufructuadas por los tres alegres compadres.

Para despedir el mes de julio y por si no fuera suficiente todo el ridículo que han venido haciendo en los últimos años en Chiapas, el lunes se juntaron Rubén Zuarth Esquinca, Carlos Palomeque Archila y José Antonio Vázquez Hernández, líderes del PRI, PAN y PRD. El cónclave tuvo como objetivo la presentación del llamado Frente Amplio por México versión local.

Como si se tratara de desfile de zombis y trasnochados políticos, prácticamente esta reunión se convirtió en un decálogo de buenas intenciones o en una reunión engañabobos, porque simplemente la oposición en Chiapas está borrada ante la desconfianza de los ciudadanos.

Mientras que para aquellos que comulgan con la oposición en la entidad el Frente Amplio por México en su versión chiapaneca, es una oportunidad para democratizar la política y empoderar a los ciudadanos, para los más realistas esto representa un escalafón mediático para los dirigentes partidistas quienes a través de este frente buscarán tener sus minutos de exposición en medios que tanto les falta.

Si nos ponemos a analizar los objetivos del Frente Amplio, estos generan risas, porque los tres partidos políticos que ahora se venden como la salvación de la patria chica ya han tenido la oportunidad de empoderar a la ciudadanía, han podido representar los intereses colectivos en el Estado y lo único a lo que se han dedicado es generar una casta de políticos que únicamente velan por sus intereses.

Sin futuro

El instaurar el Frente Amplio por México en su versión chiapaneca, nos debe de dejar más que claro que esto lejos de ser una agrupación política que busque el bienestar para la sociedad, busca continuar con los privilegios de un grupo de personajes enquistados en diversos sectores.

Los aplaudidores de ese mamotreto opositor no son más que gente que durante años se acostumbró a mantener privilegios económicos y empresariales. Esos mismos que tras la instauración del régimen de izquierda han visto afectados sus intereses y son los que más desean que Morena sea derrotado.

Pero lo que se tiene que señalar es que mientras en el Frente Amplio hacen cuentas alegres y cuentos de trasnochados asegurando una hipotética candidatura que le dé pelea al partido gobernante de cara a la elección para renovar la gubernatura de Chiapas en el 2024, los ciudadanos están más que definidos en ubicar en su justa dimensión a los partidos opositores.

El detalle estriba en que tanto en el PRI, PAN y PRD durante los cinco años del actual gobierno se han dedicado a respirar por la herida, tan es así que viven del recuerdo de lo que un día fueron y representaron.

En esos partidos políticos intentan vender la idea a la ciudadanía que ahora sí serán partidos que velarán por sus intereses y que darán la pelea electoral, cuando entre todos no han logrado tener ni siquiera un gran número de alcaldías.

Tan solo basta recordar que en el caso del PRD ni representantes en el Congreso del Estado mantienen, en tanto que el PRI se ha quedado con un solo legislador en la figura de su infumable dirigente Rubén Zuarth Esquinca, quien actúa más como bravucón de cantina que como dirigente partidista.

En el caso de Zuarth Esquinca, el PRI se le está cayendo a pedazos en su estructura y él mantiene una actitud arrogante que ahora la ha contagiado a sus homólogos.

Los números no mienten

Y mientras muestran sus bravuconadas y su decálogo de buenas intenciones, la realidad para el PRI, PAN y PRD es otra, en conjunto esos tres partidos representan un total de 308 mil 272 sufragios de acuerdo con los resultados del proceso de 2021, lo que está completamente lejos de los 564 mil 506 votos que obtuvo solo Morena sin sus aliados.

En pocas palabras en el Frente Amplio local simplemente están haciéndole al tío lolo, porque saben perfectamente que no cuenta con la votación suficiente como para preocupar al partido gobernante, peor aún, no existe un cuadro político en su sano juicio que quiera adoptar las siglas de esos tres partidos juntos… Hasta la próxima.