Por Jorge Ceballos

Gilberto Martínez Andrade, presidente municipal de Simojovel está generando una situación por demás peligrosa para la gobernabilidad de aquel lugar. El político emanado de las filas del PVEM es señalado de intervenir en asuntos del orden privado que tienen que ver con adeudos a prestamistas, por lo que abusando de su encargo y el poder que éste le otorga, ha ingresado de manera violenta a tratar de beneficiar a quienes presuntamente cometen el delito de usura en perjuicio de la ciudadanía.

En un documento al cual el autor de Entrelíneas tuvo acceso y el cual es firmado por una agrupación denominada Paz y Justicia, se da a conocer el atropello que el alcalde de Simojovel cometió el pasado 7 de diciembre en contra habitantes del ejido La Ilusión, sitio al que irrumpió de manera violenta junto a su cuerpo de seguridad, planeando desde ese día la irrupción de un grupo armado días después.

De acuerdo al documento, la acción del munícipe se derivó a que éste se puso de lado de un prestamista de Simojovel con la finalidad de recuperar adeudos que mantienen habitantes de La Pimienta y en el cual ejidatarios de La Ilusión aparecen como avales.

El colmo de la desfachatez es que el 11 de diciembre, al ejido La Ilusión irrumpió un grupo fuertemente armado el cual comenzó a realizar detonaciones de armas de fuego de alto calibre con la finalidad de amedrentar a los pobladores a quienes disparaban a matar de acuerdo al escrito de denuncia pública.

Pero, en este lamentable asunto de protección a prestamistas y a un grupo armado de Simojovel, no solamente está inmiscuido Gilberto Martínez Andrade, no, resulta que el delegado de Gobierno José Juan Maldonado reconoció en una reunión con mediadores religiosos su intervención al planear la forma en que ingresarían al ejido para amedrentar a la población, realizando disparos de armas de fuego y usando a un grupo armado.

Resistencia

La actitud violenta y protectora de hechos delictivos de Gilberto Martínez Andrade han generado que pobladores de La Ilusión hayan anunciado una serie de acciones de resistencia, para que sus derechos sean respetados, pero, además, exigiendo que la máxima autoridad municipal deje de intervenir en asuntos del orden privado, tratando de beneficiar a quien presuntamente comete el delito de usura en perjuicio de la ciudadanía.

Es decir, si en Simojovel se comienzan a presentar acciones de ingobernabilidad y violencia, el único responsable será el alcalde Gilberto Martínez Andrade, a quien poco o nada le ha importado defender a los ciudadanos, a quienes a base de balazos intenta doblegar en un asunto de deudas entre particulares y en el que no debería de intervenir el ayuntamiento.

Pero esperar que Gilberto Martínez Andrade hiciera un gobierno sensato, honesto y libre de corrupción simplemente es utópico, porque este personaje, no es otro que el esposo de la exalcaldesa Viridiana Hernández Sánchez, quien en 2021 fue acusada de haber cometido diversos actos de corrupción durante el trienio 2018-2021, en el que por cierto, el hoy alcalde, despachaba como Sindico de Hacienda.

Por aquellos actos de corrupción Viridiana Hernández Sánchez fue desaforada por el Congreso del Estado en agosto de 2021, al no cumplir en la entrega de la cuenta pública y por el desvío de más de 180 millones de pesos.

Pese a esos señalamientos, Viridiana Hernández Sánchez actualmente disfruta de la libertad, administrando un hotel de su propiedad ubicado en Bacalar, cuando para muchos debería estar compurgando una pena. Pese a los actos detectados en contra de las arcas de Simojovel, Gilberto Martínez Andrade fue apoyado abiertamente por el PVEM y en una operación de compra de votos impuesto en la alcaldía, solo que ahora sus tentáculos y protección a los amos del dinero de aquel municipio, van en perjuicio de la misma ciudadanía que ya no lo soporta.

Contra la esencia

Durante casi cinco años Eduardo Ramírez Aguilar ha señalado que buscará a toda costa ser el candidato de Morena a la gubernatura de Chiapas. Se muestra confiado, bravucón y provocador. Ha llegado a vociferar que por el partido que sea será el próximo mandatario de Chiapas, porque para ello tiene estructura y recursos suficientes para comprar la voluntad de la ciudadanía.

Que tenga recursos económicos suficientes no se le discute, fue parte importante de ese sexenio de corrupción y saqueo que hipotecó a la entidad encabezado por Manuel Velasco Coello. Ese en el que fueron permisivos con los actos más deshonestos dentro de la función pública.

A Ramírez Aguilar esta semana le organizaron dos sendos eventos masivos. El primero en Salto de Agua y el segundo en Ocosingo. Allí congregaron a miles de personas de diferentes comunidades de la región.

La movilización cuesta. La ciudadanía no asiste a un evento político por la linda cara de nadie ¿Quién financia a Eduardo Ramírez Aguilar? ¿A poco no se dan cuenta que el dinero público que se desvió en el anterior gobierno está siendo utilizado para cumplir una ambición personal?

Quizá lo más indecente de todo esto, es que Eduardo Ramírez y su grupo de operadores a chaleco quieren la candidatura de un partido al que simplemente no están respetando. No hay respeto hacia Morena y el movimiento porque simplemente el acarreo, la compra de consciencias y todas esas prácticas fueron las que se combatían antes del triunfo del 2018.

Es más que obvio que abrirle la puerta de Morena a personajes lisonjeros, ambiciosos y depredadores del presupuesto, generó que ahora todos pisoteen la historia y el origen de ese partido.

Eduardo Ramírez Aguilar ni nadie de su grupo puede hacer una campaña a ras de suelo porque simplemente caminar casa por casa y llevar el mensaje persona a persona, no se le da. Ramírez siente que con imágenes de eventos llenos de gente ya tiene la llave del despacho principal de Palacio de Gobierno.

Lo que es más que evidente es que, el autonombrado Jaguar Negro muestra desesperación porque en Morena simplemente no se ve con oportunidad, además, sabe que la militancia de ese partido lo aborrece… Hasta la próxima.