Ciudad de México

El huracán Ida se fortaleció ayer y pasó a ser un meteoro de categoría 2 mientras cruzaba el Golfo de México y se acercaba a Luisiana.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que los vientos máximos sostenidos del huracán aumentaron la tarde de ayer a 155 km/h. Se preveía que Ida se fortaleciera todavía más, hasta convertirse en un peligroso huracán de categoría 4 antes de tocar tierra, probablemente al oeste de Nueva Orleans a última hora de hoy.

Los residentes en la costa de Luisiana se preparaban ayer ante la llegada del huracán, que se prevé que sea devastador cuando toque tierra con vientos de hasta 225 km/h. Miles desalojaron sus viviendas y se dirigieron a los refugios más cercanos.

En toda la región, los residentes llenaban costales de arena, abastecían sus automóviles y generadores de gasolina y compraban alimentos.

El capitán Ross Eichorn, un guía de pesca en la costa a unos 112 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans, dijo temer que las cálidas aguas del Golfo “conviertan a Ida en un monstruo”.

Los servicios públicos estaban incorporando personal y equipos adicionales como preparación para restaurar la electricidad cuando pase Ida. Los meteorólogos esperan que el viento deje sin suministro eléctrico a miles de hogares en el área.

El presidente Joe Biden informó ayer que 500 trabajadores federales de respuesta a emergencias estaban en Texas y Luisiana.

Las ciudades y comunidades de la región emitieron una serie de órdenes de evacuación voluntarias y obligatorias. En Nueva Orleans, la alcaldesa, LaToya Cantrell, ordenó la salida obligatoria de quienes estén en zonas fuera del sistema de diques que protegen la ciudad de inundaciones, y el retiro voluntario de quienes viven en el interior.

Se espera que el meteoro toque tierra el mismo día en que Katrina, un huracán de categoría 3, arrasó hace 16 años gran parte de la costa estadunidense en el Golfo de México y que causó unas 1,800 muertes entre la costa central de Luisiana y los límites de Mississippi y Alabama.

Ida pasó por la Isla de la Juventud de Cuba, en el extremo suroeste de la isla, derribando árboles y arrancando techos de viviendas.

Jamaica quedó anegada por fuertes lluvias y hubo deslizamientos de tierra tras el paso de la tormenta.