Ciudad de México

El papa Francisco, hablando en su primera audiencia general desde que se sometió a una cirugía intestinal hace un mes y en el primer aniversario de una explosión fatal en Beirut, dijo el miércoles que tiene un «gran» deseo de visitar el Líbano.

El pontífice de 84 años, que parecía en forma e improvisó partes de su discurso, también deseó éxito a los esfuerzos del presidente francés, Emmanuel Macron, para recaudar más de 350 millones de dólares en ayuda para el Líbano en una conferencia de donantes y envió otra advertencia a una clase política siempre en disputa.

La enorme explosión química en Beirut mató a 200 personas y causó daños por valor de miles de millones de dólares.

Francisco habló en la sala de audiencias del Vaticano.

Según afirmó, muchos en el Líbano, que está sumido en una depresión financiera y enfrenta su peor crisis social en 30 años, habían perdido «incluso la ilusión de vivir».

Los donantes deberían ayudar al Líbano «en el camino de la resurrección», dijo.

El pontífice pidió «gestos concretos, no solo palabras» porque muchos de los que habían perdido sus hogares y trabajos están cansados ​​y engañados.

Queridos libaneses, mi deseo de ir a visitarles es grande. Y no me cansaré de orar por ustedes para que el Líbano vuelva a ser un mensaje de hermandad, un mensaje de paz para todo el Medio Oriente», afirmó.

El ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, el arzobispo Paul Gallagher, dijo el mes pasado que la visita podría tener lugar a fines de este año o principios del próximo.

Sugirió que el Papa podría viajar incluso aunque no haya un gobierno en ejercicio.

Asimismo, el Vaticano sigue adelante con sus planes para celebrar un viaje del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia y la capital húngara, Budapest.