Por Jorge Ceballos

Al amparo de que en la Constitución federal y la local está permitida la reelección en cargos como diputaciones federales y locales, senadurías y presidencias municipales, nuestro país sufrió un retroceso en su endeble democracia. Con la iniciativa enviada por la próxima presidenta de la República se busca enderezar el rumbo democrático.

Desde aquella reforma electoral en la que se implementó la reelección simplemente se buscó atropellar a la democracia. No podemos olvidar que si algo motivó el inicio de la Revolución de 1910 fue el largo periodo presidencial de Porfirio Díaz al frente de la presidencia de México, entonces permitir que diputados y senadores pudieran repetir en el mismo cargo de manera inmediata, simplemente fue pisotear las libertades y la historia de México, la cual, dicha sea de paso se construyó a base de la sangre y miles de muertes.

Ahora que la próxima presidenta Claudia Sheinbaum envió una iniciativa a la actual Secretaría de Gobernación para comenzar con el análisis y el trámite legislativo, es una muestra de querer enderezar el camino del país en materia electoral.

Si analizamos a fondo los resultados que ha dejado la reelección en Chiapas, nos daremos cuenta de que ello ha servido para ir acrecentado los cacicazgos y desigualdades.

Acabamos de pasar un proceso electoral en el que personas que hace tres años fueron electos para ocupar una alcaldía, diputaciones locales, federales y hasta senadurías se acostumbraron tanto al poder que ahora ya no quieren soltar esas posiciones de poder porque ello representaría dejar de vivir dentro del presupuesto.

En lo que respecta a las presidencias municipales es muy claro que las ambiciones personales están por encima de cualquier principio democrático. Aquellos presidentes municipales que buscaron la reelección llegaron al descaro de dejar a sus incondicionales para que la campaña fuera pagada con recursos provenientes del erario.

Tan solo se tiene que echar un vistazo a las listas de alcaldes que fueron reelectos y voltear a ver las condiciones en que se encuentran sus municipios para darnos cuentas que en Chiapas sigue prevaleciendo la imposición a base de billetazos. Las personas que fueron reelectos no es que sean muy queridos o hayan hecho un gran trabajo, lo que pasó es que con el uso de recursos les alcanzó para poder coaccionar el voto a su favor.

Ahora, si volteamos a ver el caso de la senaduría que logró Sasil de León Villard, aní podremos darnos cuenta que lejos de merecimiento o un gran trabajo legislativo, el haber buscado la reelección fue producto de acuerdos tomados de manera cupular, es decir, por su intento de buscar la candidatura a la gubernatura como premio de consolación le dieron la oportunidad de estar seis años más en un escaño.

En el caso particular de Sasil de León simplemente por acuerdos cupulares se decidió que repitiera, con esto se quitó la oportunidad a cualquier otra persona de buscar representar de manera digna a Chiapas.

En tanto, si volteamos a ver el tema de las diputaciones federales, allí encontraremos un caso muy peculiar en Alfredo Vázquez Vázquez, quien por tercera ocasión consecutiva repetirá como representante del tercer distrito en San Lázaro, en este caso también se puede pensar que está dejando sin oportunidad de participación a otros representantes de aquella demarcación.

Ante estos casos de eternización en los cargos de elección popular, quienes vivimos en Chiapas tenemos que celebrar que la próxima presidenta de México esté pensando en ponerle un alto a todas esas actitudes caciquiles de personas que creen que solo ellos pueden representar a Chiapas.

Surgen los duendes

La noche del miércoles a través de mensajes de WhatsApp hicieron circular una supuesta anulación de resultados electorales en municipios como Salto de Agua, hecho que le atribuían a magistrados del Tribunal Electoral de Chiapas. Lamentablemente en páginas de redes sociales dedicadas a noticias cayeron en esa falsedad informativa.

Quienes fueron sorprendidos y dieron paso a la publicación de dicha información, no tuvieron el tino de corroborar en los canales oficiales la veracidad de la información. Desafortunadamente esto ocurre ante el poco interés de poner en práctica lo que se hacía en antaño: recurrir a la fuente… Hasta la próxima.