Por JORGE CEBALLOS
El proceso de selección de quien será el candidato a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez por el lado de Morena ha sacado a relucir el lado oscuro y tirano de Carlos Morales Vázquez, actual edil capitalino. En su intento de perpetuar su poder el político de marras intenta a toda costa y a base de usar la estructura financiera y operativa del ayuntamiento, imponer a un expriista de viejo cuño como Aquiles Espinosa García a quien han ido inflando en redes sociales y a través de comunicadores afines.
Morales Vázquez ha dado muestras de su afán caciquil debido a que como si fuera un niño al que tiene que educar, se ha atrevido a llevar a Aquiles Espinosa de su brazo y mano haciéndolo ver como el que debe continuar su legado en el gobierno municipal.
Al principio de su gobierno, Carlos Morales acusó a su antecesor de dejar un quebranto millonario por miles de millones de pesos. De igual forma denunció la frivolidad que prevaleció con Fernando Castellanos Cal y Mayor, sin embargo, queda demostrado que el poder envilece y atonta hasta al más preparado, porque al alcalde saliente se le olvidó las acusaciones que hacía en contra de quien lo antecedió en el cargo y va por el mismo camino de hacer lo que tanto criticó.
No se le puede restar méritos al trabajo serio que desde la alcaldía tuxtleca se implementó desde el 2018, es más, el autor de Entrelíneas en diversas ocasiones ha señalado que metió orden a la forma de gobernar desde la presidencia municipal, sin embargo, la fecha de caducidad que tiene el poder de Morales Vázquez lo están desquiciando y de cierta manera está sacando su lado más oscuro.
La antítesis
Los cercanos a Carlos Morales Vázquez y él mismo, no se están dando cuenta el grave daño que le están ocasionando a Morena con su pretensión de imponer a un candidato que aparentemente le cubra las espaldas, porque sus acciones van en sentido contrario a los postulados del partido gobernante, es más son las prácticas que más ha desdeñado históricamente Andrés Manuel López Obrador.
La intentona de convertir primero en candidato y luego en alcalde a Aquiles Espinosa García, no es más que el resultado de la frustración de Carlos Morales por sus pésimos resultados en el pasado proceso interno de Morena para elegir Coordinador Estatal en el que su gris figura y pretensión apenas y lograron obtener un 10 por ciento para un lejano cuarto lugar.
Esa derrota despertó al fósil, al dinosaurio priista que en algún momento se enfundó en la vestimenta de la izquierda en nuestra entidad. El desconocimiento que los chiapanecos mostraron por Carlos Morales generó que su purulencia sacara a flote su verdadero rostro: el de vulgar ambicioso.
Muchos ciudadanos -incluidos el reportero- nos hemos ido con la finta de que este gobierno municipal ha tenido disciplina financiera, pero para desgracia de la población con sus acciones Carlos Morales Vázquez comienza a dejar sembrada la duda de que algo busca que Aquiles Espinosa le cubra.
Es inaudito tan solo pensar que alguien que presumió ser honesto por los cuatro puntos cardinales, ahora esté demostrando que esa fue una falsa careta, porque tratar de convertirse en señor de horca y cuchillo y en el gran elector, solo nos dan muestra de que es un político lengua larga que traiciona sus propios ideales.
Aquiles Espinosa a pesar de su edad y la experiencia que presume de más de 40 años en el servicio público, está demostrando que no tiene luz propia y que tiene que ser empujado por el gobernante en turno para lucir políticamente.
Error minimizar
Y mientras que en Morena los sombrerazos están de a peso en los municipios con la pugna por las candidaturas, hay quienes comienzan a desencantarse del partido guinda y buscan otras opciones como el PVEM y el PT, sin embargo, quienes están a la espera de los rompimientos en los municipios es en el Frente Amplio por México (FAM) que integran el PRI, PAN y PRD.
En la oposición a nivel local tienen muy presentes que al darse a conocer las listas de quienes ganaron las encuestas en el proceso de Morena habrá muchos que al quedar fuera de toda oportunidad querrán hacer pagar por sus derrotas, es ahí en donde las esperanzas del FAM se fortalecen.
En la actualidad muchos hemos minimizado la presencia del PRI, PAN y PRD, pero lo que debe quedar claro es que no habrá espacios para todos en los partidos aliados, y solo basta ver las listas de aspirantes por municipios para irnos dando cuenta que muchos terminarán engrosando las filas de la oposición.
Así que desde la dirigencia estatal de Morena lo mejor que deben ir pensando es una operación cicatriz y sobre todo, acciones que generen la unidad en torno al partido fundado por López Obrador, pero hacerlo desde la óptica partidista y no desde los llamados que hacen Eduardo Ramírez y sus allegados enquistados en varias fuerzas políticas.
Si Morena quieren seguir creciendo, no tiene más que evitar desbandadas de aquellos que no logren la nominación, porque de lo contrario quien minimice a la oposición se estará equivocando… Hasta la próxima.