Por Jorge Ceballos

En el país ha surgido la nueva liga de la justicia. México tiene ya a su salvadora, al menos de esa manera ven a Xóchilt Gálvez Ruiz los miembros de la oligarquía política, esos que nacieron, crecieron y se reprodujeron al amparo de los privilegios que otorgaba el poder público en el país durante el siglo XX y parte del actual.

La actual senadora del grupo parlamentario del PAN fue enfundada desde ayer con el traje de la coordinación de los trabajos del Frente Amplio por México, en palabras claras y llanas, será la candidata presidencial. Surgida de un proceso en el que al final de cuentas decidieron los liderazgos de la oposición, Xóchilt Gálvez Ruiz seguirá estos meses cobrando íntegramente su salario como legisladora, en tanto, continuará con sus recorridos por el país, porque para esa clase política, vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.

El evento de unción de la originaria de Hidalgo se llevó a cabo en el Ángel de la Independencia, ahí emitió un discurso que podría tomarse como un balazo en el pie para varios de los ahí presentes. Gálvez Ruiz arengó que en su equipo no tienen cabida los rateros, nadie le avisó a la senadora que precisamente la abanderaba uno de los partidos con mayor señalamiento de corrupción en México: el PRI.

Pero, además, justo cuando gritaba ante sus simpatizantes que no necesitaba cerca a rateros a sus espaldas se encontraba alguien como Alejandro Moreno Cárdenas a quien a través de audios la mayoría de los mexicanos hemos aprendido a conocer su naturaleza.

La ya futura candidata presidencial debió medirle bien el termómetro a la algidez política actual, antes de hablar de corrupción, saqueo y rateros, antes debe detenerse a pensar con quienes se está aliando, porque es fácil tratar de construir una narrativa en la que todo está mal y otros son los culpables, sin embargo, dicho discurso se cae cuando en el mismo templete en el que te queman incienso y mirra estás rodeado de gente que de una u otra manera han hecho mal uso del dinero público.

La realidad chiapaneca

Un día antes de su unción, Xóchilt Gálvez Ruiz estuvo en Chiapas, visitó San Cristóbal de Las Casas y la capital Tuxtla Gutiérrez, fue precisamente en la sede de los tres poderes en donde la representante popular y aspirante presidencial encabezó un encuentro con ciudadanos, lo criticable de esto es que, allí se encontraban personajes que buscan afanosamente recuperar privilegios perdidos ante el triunfo que en 2018 obtuvo Morena.

La aspirante del Frente Amplio por México pudo constatar personalmente que por más “producto de gallina” que le imponga a sus discursos y narrativa, Chiapas es una entidad que tiene más que perdido.

Difícilmente en Chiapas Xóchilt Gálvez hará un papel decoroso ante quien resulte ganador del proceso de selección que realiza Morena y sus aliados, y del cual, por cierto, se conocerán resultados el miércoles 6 de septiembre.

Tendría que ocurrir una verdadera catástrofe electoral para que los ciudadanos de Chiapas retiren su apoyo a quien resulte el candidato de Morena, para dirigir esas muestras de simpatías hacia Xóchilt Gálvez.

En el recorrido de la aspirante del Frente Amplio por México en la entidad, fue copada por aquellos que desde ya buscan apoderarse de los primeros espacios de las listas plurinominales a las diputaciones federales (verdad Rubén Zuarth, Emilio Salazar Farías y compañía).

Antítesis democrática

Hace unos días a través de redes sociales comenzaron a circular imágenes e intentos de notas informativas en las que se daba a conocer que Enoc Hernández Cruz buscaría ser candidato del PVEM a la gubernatura de Chiapas. Quien tenga un ápice de conocimiento de la situación que prevaleció en la entidad durante el sexenio pasado, podría tomarlo a broma e incluso a una aberración e insulto a la ciudadanía.

Durante el 2022 Enoc Hernández Cruz de la noche a la mañana apareció como aspirante a la dirigencia de Morena, incluso llegó a querer pisotear los estatutos de ese partido, cuando hacía llamados a una candidatura de unidad, en la cual él fuera el beneficiado. De igual manera, durante meses le permitieron que alborotara el avispero.

En esas actitudes locuaces de Enoc Hernández comenzó a repartir secretarías, como aquella puntada que se aventó al proponer que si él era electo dirigente de Morena, designaría de entre un grupo de comunicadores al titular de la Secretaría de Comunicación y Difusión de ese partido, algo más que alejado de la realidad, porque todas las posiciones se eligen a través de votación y no existe la figura de la candidatura de unidad.

A tiempo en la Ciudad de México dejaron sin efecto la participación de Enoc Hernández en el proceso interno: de la que salvaron a Morena. Desde ese tiempo en este mismo espacio se advirtió que ese multiseñalado personajes, obedecía sin importar hacer el ridículo a Manuel Velasco Coello.

Con el tiempo Enoc Hernández apareció como coordinador de la campaña de Manuel Velasco en Chiapas, Tabasco y Campeche, pero al ver que se le acabaron los reflectores se aventó la puntada de que quiere ser candidato del PVEM.

Enoc Hernández Cruz debería estar dando gracias que al menos durante la presente administración continúa en libertad. Si alguien pudo haber sido llamado a cuentas por sus abusos en el manejo de recursos públicos es precisamente quien hoy cree que puede convertirse en gobernador de Chiapas.

No debe olvidar Enoc Hernández que está más que documentada una red de aviadores que mantenía y sostenía en el ICATECH durante la pasada administración. Es más, en esa dependencia estatal tenía asalariados a periodistas que le han servido como “textoservidores”, así que su solo deseo de gobernar Chiapas es una ofensa para un Estado que no merece más saqueo de un grupo depredador… Hasta la próxima.