Por Jorge Ceballos

La ambición de Rosa Irene Urbina Castañeda no tiene límites. Pasándose por alto toda la normatividad electoral vigente en la entidad, la presidenta municipal de Tapachula ha comenzado una descarada campaña política por demás adelantada en tiempo, circunstancia y jurisdicción. Sus amanuenses y aplaudidores le han endulzado el oído diciéndole que puede representar a Morena en una posición de mayor envergadura.

Transformada por el poder y el dinero público que ha manejado desde febrero de 2020 cuando sustituyó en el cargo al difunto doctor Oscar Gurría Penagos, ahora Urbina Castañeda enfoca sus baterías a nuevos horizontes políticos, y para ello no le importa las leyes que tenga que violar, porque entendió que, el fin justifica los medios.

Lejos han quedado aquellos años en que Rosa Irene Urbina Castañeda era una regidora que se enfrentaba a las actitudes dictatoriales y caciquiles de Neftalí del Toro cuando este último era el alcalde de la perla del Soconusco. El poder la transformó en un personaje a la que poco le están importando las formas, sus arrebatos y ambición de mayor poder la han llevado a arrancar en Tuxtla Gutiérrez la entrega de dádivas.

Primero fueron espectaculares en la capital de Chiapas con la imagen de la alcaldesa en mención, ahora personajes cercanos a la también consejera de Morena fueron captados repartiendo mandiles en uno de los mercados de la ciudad.

Rosa Irene Urbina se suma a la larga lista de políticos chiapanecos que pisotean las leyes electorales con tal de aparecer en la boleta electoral del próximo año. Está gastando recursos económicos de manera desproporcionada y adelantada, porque de entrada el proceso de selección de cuadros de Morena Chiapas ni siquiera ha comenzado, pero ella, se adelantó al reloj electoral sin importar que su actitud pueda acarrearle algún tipo de sanción por parte del a veces omiso IEPC.

La alcaldesa de Tapachula ya no solamente se conforma con haber contratado un sequito de aduladores enquistados o disfrazados de periodistas, esos que a cambio de prebendas económicas le pintan un panorama color de rosa y en el que ella resulta ser la princesa del cuento, ahora le ha dado por copiar las viejas prácticas priistas del regalo de dádivas, de la entrega de regalos con tal de cooptar conciencias, precisamente algo que tanto se criticó cuando Morena era oposición.

“Reparten frijol con gorgojo, patos, chivos, marranos” eran las palabras de denuncia que usaba Andrés Manuel López Obrador en 2017 cuando el régimen de Enrique Peña Nieto torcía la ley para ganar adeptos, en la actualidad los miembros de Morena han prestado oídos sordos a todas las recomendaciones presidenciales de no jugar con las carencias de la ciudadanía.

Rosa Irene Urbina regala mandiles con su nombre en Tuxtla Gutiérrez, y con esta entrega de dádivas compite con otro violentados electoral, el bipolar presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Yamil Melgar Bravo a quien le ha dado por regalar sandalias de a peso con tal de posicionarse como aspirante a la alcaldía de Tapachula.

Luego de ver esta violación por parte de la presidenta municipal de Tapachula surgen varias interrogantes ¿de dónde salen los recursos para el pago de esas dádivas? ¿a poco desde la dirigencia de Morena Chiapas no pueden hacer un llamado a la cordura y respeto a las leyes electorales? ¿el IEPC seguirá siendo permisivo con este tipo de situaciones? ¿cómo se sentirán los militantes de Morena al ver la forma tan ruin y descarada en la que Rosa Irene Urbina viola las leyes?

¿Se quedará con el cascarón?

Alejandro Moreno Cárdenas está cumpliendo su objetivo de acabar con la poca credibilidad que le queda al PRI. La salida de Miguel Ángel Osorio Chong deja como lectura lo siguiente: los priistas siguen inmersos en la soberbia, esa misma con la que gobernaron al país durante décadas y que al final de cuentas los llevó a perder de manera estrepitosa en 2018.

Al actual dirigente nacional del tricolor y exgobernador de Campeche, lejos de vérsele como un líder que aglutine la fuerza del priismo nacional, se le ve como un vulgar fajador callejero, alguien que vive de glorias pasadas y que piensa que en el 2024 la gente será tan ingenua de devolverles el poder.

Para Moreno Cárdenas lo único que tiene valía son las pocas posiciones plurinominales que puedan obtener el siguiente año. El triunfo en las presidenciales se ve más que lejanas no les alcanzará para dar pelea.

El cambio de coordinador del grupo parlamentario del Senado de la República, fue tomado más como un acto de venganza por parte de Alejandro Moreno Cárdenas, quien simplemente se quiere eternizar en la dirigencia nacional de ese cascarón en el que se ha convertido el PRI. Busca a como dé lugar no tener contrapesos y mucho menos críticos al interior de un partido que está viviendo de lo que un día fue.

Una situación tan similar se reproduce en Chiapas, aquí en la entidad el tricolor simplemente ha servido para que los miembros de una familia logren obtener cargos públicos y vivir de las ganancias que deja el dinero público.

El priismo en la entidad está en la orfandad, no tienen un cuadro competitivo que los pueda representar en 2024 en la búsqueda de la gubernatura. Su mayor apuesta es que alguno de los que no sea tomado en cuenta en Morena y a quien ciegue la obsesión los pueda representar porque de lo contrario, van a la desaparición total.

En el PRI tienen muy claro que ni su mamotreto disfrazado de alianza con el PAN y el PRD les alcanza para dar la pelea electoral, por ello, siguen los pasos de extinción que a nivel nacional ha implementado Alejandro Moreno Cárdena de lo que en su momento fue el partido hegemónico y totalitario… Hasta la próxima.