Ciudad de México

Cuando James Gunn fue invitado a dirigir una nueva película de superhéroes para DC, en vez de elegir íconos como Superman, Batman o la Mujer Maravilla, el cineasta optó por el bando de villanos conocidos como «El Escuadrón Suicida».

Gunn trae figuras conocidas como Harley Quinn, encarnada por Margot Robbie, en esta especie de secuela de la homónima producción de 2016 que unió en mortales misiones del gobierno de Estados Unidos a antihéroes que buscaban reducir sus condenas en prisión.

Pero el director introduce en esta nueva película nuevos personajes como el Polka-Dot Man.

“Literalmente escribí en Google: ‘¿quién es el supervillano más tonto de todos los tiempos?’ Y Polka-Dot Man siempre aparecía entre las primeras opciones», contó Gunn.

“Poder tomar un personaje como ese y ponerle corazón fue divertido para mí», dijo el director en un reciente evento virtual con la prensa para promocionar la película que se estrena este jueves en Argentina, México y otras salas latinoamericanas y el viernes en Estados Unidos y España.

Puede que al principio la forma en que Gunn definió su cartel de antihéroes generase dudas entre algunos ejecutivos de Warner Bros.

Incluso David Dastmalchian, el actor que protagoniza al supervillano y quien además se considera un devorador de historietas, confesó «no tener ni una mínima idea de quién era Polka-Dot Man».

Pero el éxito de la primera cinta sugiere que sumergirse en el mundo de las historietas para buscar personajes menos famosos no viene mal.

«El Escuadrón Suicida» original dejó de lado las reseñas poco entusiastas al recaudar casi 750 millones de dólares de taquilla globalmente.

Al igual que esta primera producción, «El Escuadrón Suicida» tiene su cuota de actores famosos. Will Smith y Jared Leto no repiten, pero aparecen John Cena, Idris Elba y Sylvester Stallone, quien le da voz al Rey Tiburón, mitad hombre, mitad escualo.

Para Elba, que interpreta a Bloodsport, «un personaje que no tenía una personalidad definida», los actores ganaron más libertad.

«Fue algo así como ‘vamos a encontrar un personaje que sea oscuro y que podamos construir como algo propio para Idris'», concordó Gunn.

Riesgos y redención

La película se arriesga y también apuesta por la redención, algo que puede asemejarse al camino que ha marcado la carrera de su director.

Gunn, un escritor y director de culto que escribió la versión de «El atardecer de los muertos» de 2004 dirigida por Zack Snyder, estuvo al frente del éxito de Marvel «Guardianes de la Galaxia».

Pero fue despedido en 2018 por Disney, la empresa matriz, cuando surgieron antiguos tuis en los que él bromeaba con temas como el Holocausto, violación y sida.

Warner fue atrás de Gunn para que trabajara en las películas de superhéroes de DC, rival de Marvel.

Después de disculparse y de recibir apoyo de compañeros de Hollywood, como Chris Pratt, Gunn está de vuelta también con Marvel y debe dirigir la tercera parte de «Guardianes de la Galaxia», prevista para 2023.

“Tú no esperas que la gente te apoye, eso fue revelador para mí», dijo Gunn recientemente al New York Times.

“Cuando Warner Bros. vino a verme el lunes después de lo que ocurrió y me dijo ‘James Gunn, te queremos a ti’, pues piensas ‘wow, se siente bien escuchar esto'», dijo en la misma entrevista.

Al describir «El Escuadrón Suicida» como un film al estilo de «Los doce del patíbulo» aderezada con el humor oscuro de las historietas, Gunn comentó a periodistas que sintió «la responsabilidad de arriesgarse» y evitar usar «la misma estructura aburrida de tres actos de siempre».

De hecho, la película trae un estrella de mar rosada de más de 60 metros como su principal villano.

“Parece que son las grandes películas las que la gente está yendo a ver a los cines», cuando la pandemia ha dado cierta tregua, añadió.

“Si no se asumen riesgos e intentan nuevas cosas, la gente no va a querer ir a los cines».