Ciudad de México

Los cubrebocas ya no hacen parte de la vida cotidiana en Nueva York desde que las autoridades levantaron su uso y las restricciones por covid 19 el pasado 15 de junio.

Los habitantes de la Gran Manzana parecen haberse ‘liberado’ de la pieza de tela que protege a otros de un posible contagio, algo que hasta hace dos semanas era aceptable, hasta que la variante Delta comenzó a propagarse con rapidez.

“Más del 98 por ciento de las personas que están en hospitales y que han fallecido ha sido por la variante Delta, así que se ve muy claro que el problema que tenemos es que hay personas que no están vacunadas y que se están infectando”, declaró George Contreras, profesor de salud pública New York Medical College.

Es la llamada pandemia de los no vacunados que tiene los índices de nuevos inmunizados estancados, con un poco más de 50 por ciento.

Pese a la situación, el alcalde de la ciudad ha dicho que no volverá a imponer el uso de cubrebocas, una preocupación en especial para trabajadores en espacios cerrados y sin ventilación que congregan a varias personas sin diferenciar si están vacunadas o no.

“Se necesita una ley, aunque esté vacunado o no esté vacunado pues sí se necesita el tapabocas, más seguro con el tapabocas», opinó Samuel, empleado de un bar.

Y es que el cubrebocas ya no hace parte de las celebraciones de funcionarios ni está presente en parques y sitios públicos, donde es escaso ver a personas que lo lleven puesto

“Yo creo que estoy bien, tengo la vacuna y así es más fácil para jugar», comentó Chairut, un residente.

Contagios a la alza

La tendencia de contagios a la baja que permitió celebrar la reapertura se ha venido revirtiendo y la tasa de infección supera el ahora 1.72 por ciento, con contagios duplicándose en las últimas semanas, por lo que el presidente del comité de salud pidió que se regrese al mandato del cubrebocas obligatorio en espacios interiores, como lo hizo el condado de Los Ángeles la semana pasada.

“Yo no creo porque me parece que la vacuna no es muy segura, no me siento segura poniéndome la vacuna», aseguró Janet, otra residente.

Así, la ciudad de Nueva York desafía la variante Delta y no da marcha atrás en su carrera a la recuperación económica.

Los puertos continúan abiertos a los visitantes y no hay cambios en la política de salud pública ni planes de exigir la vacunación como obligatoria.

“Aquí en la ciudad no he tenido ninguna restricción sobre usar la mascarilla o no, nadie me ha solicitado mi carné de vacunación, entonces diría que tanto en el vuelo como aquí en la ciudad han sido nulas las restricciones», declaró Ángel Ortiz, residente de la ciudad.