Ciudad de México

Israel abrió ayer una nueva página con un ajustadísimo voto de confianza en el parlamento que dio paso a una “coalición de cambio” formada por rivales ideológicos unidos para sacar del poder a Benjamin Netanyahu, el primer ministro más longevo de su historia.

El derechista Naftali Bennett, en una alianza que va de la izquierda a la derecha e incluye partidos árabes, logró el voto favorable de 60 de los 119 diputados presentes (sobre 120 con que cuenta la Cámara), y 59 en contra, pertenecientes al Likud del saliente jefe de gobierno y a las agrupaciones de extrema derecha y ultraortodoxos.

“Entiendo que hoy no es un día fácil para muchos, pero tampoco de luto, es un día de cambio, de cambio de régimen en el marco de una democracia”, indicó el líder de derecha radical en su discurso ante la Knéset.

“Prometo que este gobierno trabajará para todo el país en su conjunto, nadie debe tener miedo”, agregó.

También advirtió que su gobierno no dejará que “Irán desarrolle armas nucleares”.

En su turno, el jefe de gobierno saliente, Benjamin Netanyahu, dijo al parlamento que continuará en política y vaticinó que volverá “pronto” al poder.

“Si nuestro destino es estar en la oposición, lo haremos con la frente en alto, haremos caer a este mal gobierno y volveremos a dirigir al país a nuestra manera (…) ¡Volveremos pronto!”, aseguró.

Frente a su residencia oficial en Jerusalén, los manifestantes no esperaron al voto en el Parlamento para celebrar la “caída” del “rey Bibi”, el apodo de Netanyahu, que fue jefe de gobierno de 1996 a 1999 y sin interrupción desde 2009.

Mostrándose escépticos, la Autoridad Palestina y Hamas informaron que ven escasas diferencias entre Netanyahu y Bennett.

En un comunicado, el presidente estadunidense, Joe Biden, felicitó al nuevo premier. “Espero trabajar con el primer ministro Bennett para fortalecer todos los aspectos de la estrecha y duradera relación entre nuestras dos naciones. Israel no tiene mejor amigo que Estados Unidos”.

El más longevo

Tras un sinfín de maniobras para mantenerse al frente del gobierno, Benjamin Netanyahu dejó el poder ayer.

Nacido en Tel Aviv el 21 de octubre de 1949, creció con la ideología de su padre, Benzion, que fue asistente personal de Zeev Jabotinsky, líder de la tendencia sionista llamada “revisionista”, favorable a un “Gran Israel”.

Opuesto al proceso de paz israelo-palestino de Oslo, Netanyahu aboga por una visión de Israel como un “Estado judío”, cuyas fronteras se extienden hasta Jordania. Apoya la anexión de zonas de la Cisjordania ocupada.

Tras la guerra de los Seis Días (1967), realizó su servicio militar en un comando de élite.

Netanyahu es también un diplomático de carrera. Vivió en Estados Unidos, donde hizo sus estudios y fue embajador ante la ONU en la década 1980.

Cuando regresó a Israel fue elegido diputado en 1988 por el partido Likud.

En 1996, a los 47 años, se convirtió en el primer ministro más joven de la historia de Israel, pero su gobierno duró tres años.

Después de permanecer alejado algún tiempo regresó a la política, volvió a dirigir el Likud y fue elegido de nuevo primer ministro en 2009.

Empresario ultraliberal

Millonario en el sector tecnológico, Naftali Bennett se abrió camino situándose a la derecha de su exmentor Benjamin Netanyahu, y ahora ocupa su puesto.

Bennett lidera la formación Yamina, que aboga tanto por el ultraliberalismo económico, como por la línea dura ante Irán y por la anexión de casi dos tercios de la Cisjordania ocupada.

Entró en la escena política hace ocho años y se convirtió rápidamente en una figura ineludible del “campo nacionalista”, el término que designa en Israel el espectro que va del centro derecha a la extrema derecha.

El empresario, de 49 años, se impuso como la pieza clave de las coaliciones formadas por Netanyahu.

Su alianza incluye por vez primera en la historia de Israel a un partido que representa a la minoría del 21% de árabes.

Casado con Gilat Bennett, pastelera de formación, y padre de cuatro hijos, practica un judaísmo estricto, aunque abierto a la modernidad.

Hijo de inmigrantes estadunidenses, nacido el 25 de marzo de 1972 en Haifa, Bennett brilló a comienzos de la década 2000 gracias a su empresa de ciberseguridad Cyotta, vendida por 145 millones de dólares en 2005, antes de entrar a la política en el Likud de Netanyahu.