Ciudad de México
Los países del mundo que se debaten con nuevas oleadas del coronavirus tratan de evitar que caiga sobre ellos un desastre como el de India. Enfrentan riesgos parecidos: grandes poblaciones que han evadido las restricciones y sistemas de salud frágiles remecidos por la presión.
En una provincia junto al Nilo en el sur de Egipto, un punto álgido en la tercera ola que se extiende por el país, los hospitales están inundados de enfermos de Covid-19. Los médicos de la provincia de Sohag advierten que el sistema de salud está al borde del derrumbe al tiempo que el gobierno se apresura a enviar provisiones.
Yo calculo que no hay una familia en Sohag que no tiene un caso de coronavirus», dijo el doctor Mahmoud Fahmy Mansour, titular del sindicato de médicos de la provincia.
«Perdimos cinco médicos en una semana».
Dijo que era posible que Egipto caiga en una situación como la de India, pero ‘si Dios quiere, es una posibilidad muy remota’.
Después de su renuencia a imponer nuevas cuarentenas, el gobierno egipcio anunció el miércoles las restricciones más estrictas de los últimos meses. Ordenó que cafés, restaurantes, tiendas y centros comerciales cierren a las 9 de la noche y prohibió grandes reuniones durante dos semanas, además de cerrar playas y parques durante la próxima festividad de Eid el-Fitr, al finalizar el mes santo del Ramadán.
Egipto no es el único país que enfrenta una nueva ola de contagios. En el mundo se han registrado más casos en las últimas dos semanas que en los primeros seis meses de la pandemia, advirtió el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom.
En gran medida se han registrado en India y Brasil, ‘pero hay muchos países de todo el mundo que enfrentan una situación muy frágil’, dijo.
Lo que sucede en India y Brasil podría ocurrir en otras partes si no tomamos estas precauciones de salud pública».
India ha sufrido una ola catastrófica de contagios desde que su primer ministro se jactó de haber vencido a la pandemia y se permitieron varios eventos masivos con grandes multitudes. Los nuevos casos y muertes se multiplicaron por 30 durante marzo y abril. El sistema de salud quedó abrumado y hay una escasez desesperante de oxígeno y otras provisiones para los enfermos.
Los países más ricos encuentran márgenes para la reapertura a medida que inmunizan una proporción mayor de sus poblaciones, pero las perspectivas son más sombrías en los países donde la vacunación ha sido lenta o mínima. Los países menos desarrollados enfrentan el dilema de aplicar confinamientos para prevenir nuevas olas de contagios, con el riesgo de perjudicar sus economías aún más, mientras los acecha la posibilidad de un desastre como el de India.