Ciudad de México
América sufrió demasiado, aunque su posición de la tabla no dependía de ganar o perder, el echar a los Pumas de las finales era obligación.
Lo consiguió al ganar 0-1, con tanto de Henry Martín (83’), con lo que acaba su racha de cuatro juegos sin ganar, incluyendo la Concacaf.
Y el Universidad Nacional cosechó lo que sembró, muy poco en la temporada regular como para aspirar a más. Se queda fuera y deberá replantear el proyecto en manos de Andrés Lillini.
América ahora deberá concentrarse en el juego ante el Portland Timbers en la Concacaf y después a pensar en la Liguilla. Por ahora misión cumplida, clasificó directo y echó a uno de sus acérrimos rivales.
Pumas sabía lo que se jugaba y salió a aprovechar todas las facilidades que le dio el América, que presentó un cuadro con varias bajas claves, como la de Álvaro Fidalgo en la parte ofensiva, Sebastián Córdova o Sebastián Cáceres.
El Universidad Nacional, consciente de que tenía todo que ganar ante lo que ya tenía perdido, se fue como “kamikaze” al frente, bombardeando en todo momento la portería de Guillermo Ochoa, que se agigantó durante todo el partido con grandes atajadas.
Las Águilas dependieron sólo de lo que Roger Martínez podía generar. Sin el español Fidalgo creando opciones, el colombiano prácticamente tenía que armarse solo las jugadas, haciendo trabajar de una u otra manera a Alfredo Talavera.
Buscando cómo mejorar la cara de su equipo, Santiago Solari echó mano de su banca. Entró Alan Medina, que llegó de Toluca con mucha ilusión de triunfar, pero que casi no jugó en el torneo regular y Henry Martín quien venía de una lesión, además de arrastrar el problema legal de su hermano. Un desborde del exdiablo fue concretado por Martín para abrir el marcado y de poner a Pumas en la lona.