Ciudad de México
arla Berdichevsky Feldman, directora General Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, resaltó en días pasados que uno de cada cinco nacimientos en México se registra en una madre adolescente; es decir, de 19 años o menor.
En la conferencia de Salud del 28 de septiembre, Berdichevsky Feldman resaltó que de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene las tasas más altas de embarazo adolescente.
“México es uno de los países con más altas tasas de fecundidad específica en este grupo etario, de los países de la OCDE, México es quien tiene las tasas más altas, casi uno de cada 5 nacimientos de nuestro país se registra en una madre adolescente; es decir de 19 años o menor”, explicó.
Detalló que en nuestro país hay un bajo porcentaje de uso de anticonceptivos en la primera relación sexual.
“El embarazo adolescente es un problema que se refleja en altos costos a la salud, las niñas y las adolescentes tienen mucho más altas tasas de muerte materna o de efectos adversos en la persona recién nacida y el embarazo adolescente también tiene un impacto social muy importante; las niñas se quedan en una desventaja en la sociedad, al salir muchas veces del sistema escolarizado, si logran continuar con estudios los ingresos en una niña o un adolescente que tuvo un embarazo van a ser menores que en sus pares que no tuvieron un embarazo en esa etapa en sus pares mujeres, pero mucho más marcada en sus pares varones”, agregó.
Un estudio realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas sobre el impacto económico que tiene el embarazo adolescente en México, arrojó que este es de 63 mil millones de pesos anuales perdidos en la productividad por las consecuencias sociales del embarazo adolescente.
Embarazo adolescente se agudiza ante pandemia
Karla Berdichevsky Feldman, directora General Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, resaltó que el embarazo adolescente se agudizó durante la pandemia por Covid-19.
“Las mujeres muchas veces han tenido miedo de ir a los servicios cuando requieren renovar su abasto de métodos anticonceptivos, también algunos servicios han cambiado de ubicación y eso ha sido un impedimento para que los ubiquen y se pueda dar continuidad”, explicó.
Estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) destacan que habrá un aumento importante en los embarazos no planificados.
“Un aumento importante en la necesidad no satisfecha de anticoncepción, pero también un aumento importante en los abortos inseguros”, agregó.
Comentó que la dinámica social aplicada tras la pandemia de Covid-19 “ha puesto en casa a niñas y adolescentes con un posible agresor” que puede ejercer violencia de muchos tipos en las niñas, “pero incluso en un ejercicio de la violencia sexual”.
“Aquí distinguimos al embarazo en niñas de 10 a 14 años como un problema distinto al genérico del embarazo adolescente, conocemos en el país hay casi 10 mil nacimientos de niñas menores de 15 años y este es un problema que nos preocupa de sobremanera: Sabemos como evidencia de que estos embarazos son producto de relaciones de violencia, de inequidad, porque tenemos el registro de la edad de los progenitores y tenemos grandes diferenciales entre la edad de estas niñas y el progenitor; sabemos también que en casi una tercera parte no tenemos registrada la edad del progenitor; entonces esto nos habla de que son producto de relaciones inequitativas incluso de violación sexual”, explicó.
Detalló que en las encuestas a nivel nacional se reporta que casi 1 de cada 10 mujeres tuvo una violación sexual en su infancia.
“De estos 10 mil nacimientos, podríamos llamarlos una punta del iceberg, porque fueron violaciones que resultaron en un embarazo, por lo tanto las estamos midiendo de esa forma, pero tenemos un universo que no conocemos de niñas que han sufrido violación sexual que no estamos midiendo, que no estamos cuantificando”, añadió.